jueves, 11 de febrero de 2010

Por discreción profesional

¿Puede un hombre público renunciar a un Partido Político -que se financia con dinero de los contribuyentes- por razones que no puede revelar por discreción profesional?

Fernando Gómez Mont, Secretario de Gobernación del Gobierno del Presidente Calderón, ha hecho historia en la política mexicana al ser el primer funcionario público en renunciar al Partido Político en el que milita su jefe.

Por si esto fuera poco, el todavía Secretario Gómez Mont dice que no puede indicarnos los motivos que lo llevaron a tomar tan mediática e impactante decisión.

Lo que en realidad quiso decir Gómez Mont al no revelar sus razones por discreción profesional fue: “No les voy a decir los motivos de mi renuncia al PAN porque se va a enojar el Presidente”.

Con su mutis ha provocado siete mares de especulaciones ya no digamos en torno de su persona, sino en torno al modus operandi del Presidente.

La historia en la que más o menos todos los analistas políticos coinciden es en la siguiente:

Por instrucciones de Felipe Calderón, en diciembre del año pasado, Fernando Gómez Mont negoció con el PRI el incremento de impuestos a cambio de que el PAN no se aliara con el PRD en las ya próximas elecciones.

Posteriormente, también por instrucciones del Presidente Calderón, el dirigente nacional del PAN Cesar Nava inicio negociaciones y concreto las ahora conocidas alianzas con Jesús Ortega quien a su vez –se especula- debió haber contado con el aval de…..¡Andrés Manuel López Obrador!

¿El Presidente Ilegítimo y el Presidente Legítimo aliados electorales? Esto está como para recuperar nuestra capacidad de asombro.

En ambos casos –en el de Gómez Mont y Cesar Nava- queda claro que los dos actuaron por órdenes estrictas de su Jefe, de Felipe Calderón.

Lo que no queda claro es:

· Si el Presidente le dijo a Gómez Mont que una vez que lograra negociar el incremento de impuestos con el PRI, le iba a decir a Cesar Nava que se sentara a negociar las alianzas con el PRD.

· Si el Presidente mandó a negociar Gómez Mont con el PRI sin decirle que, una vez saliéndose con la suya, Cesar Nava iniciaría con el PRD.

· Si el Presidente, desde un principio, le dijo únicamente a Cesar Nava lo que tenía pensado hacer y Gómez Mont fue solo un instrumento para sus pretensiones.

· Si el Presidente no le dijo a ninguno de los dos lo que tenía en mente e instruyó a cada uno por separado, o…

· Los tres estaban al tanto de la estrategia y la renuncia de Gómez Mont forma parte de la misma para no fracturar las relaciones del Gobierno con el PRI.

En resumen, a lo único que ha llevado la “discreción profesional” de Gómez Mont es a exhibir mil y un indiscreciones que descubren la falta de oficio político de un Presidente que manda a su Secretario de Gobernación a decir una cosa y al Presidente de su Partido a hacer otra.

¡El PAN Gobierno en su máxima expresión!

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